“(Tengo un) compromiso de años con la investigación histórica sobre Bolivia plasmado en publicaciones dentro y fuera del país, así como en la difusión de resultados de investigación en eventos y debate constante con colegas bolivianos y de distintas partes del mundo”, comenta la doctora en Historia

La docente e historiadora, Paola Revilla Orías, en una ladera de La Paz.

Obtuvo su licenciatura en letras en la Universidad de Ginebra (Suiza) y su maestría en la Universidad de Chile. Luego, llegó al doctorado en Historia por la misma universidad chilena y por la EHESS de París. Desde el año 2019 es profesora a tiempo horario del Departamento de Cultura y Arte de la Universidad Católica Boliviana (U.C.B.) “San Pablo” Sede La Paz. Estas son parte de las credenciales académicas y profesionales de Paola Revilla Orías, quien acaba de ingresar a la Academia Boliviana de Historia, un mérito reservado para los mejores especialistas en historia del país.

Revilla es experta en historia del periodo colonial. “Hace años atrás me dedique al estudio del proceso revolucionario en Charcas de fines del siglo XVIII e inicios del XIX, que llevó a la consolidación de un Estado independiente. Desde el doctorado me he enfocado en estudiar la esclavitud y otras formas de servidumbre afrodescendiente e indígena en Charcas/Bolivia con un enfoque laboral, normativo y de prácticas sociales intersectadas por procesos de racialización y etnificación”, explica.

En los últimos años también fue becaria postdoctoral en el Bonn Center for Dependency and Slavery Studies  y del Institut d’Études Avancées de Nantes en Francia, así como investigadora invitada del Max Planck Institute for Legal History and Legal Theory, en Frankfurt.  Actualmente, complementa la docencia en la U.C.B. con la labor de investigadora del Instituto de Estudios Bolivianos (IEB) en la UMSA, donde además es parte del equipo del Archivo de La Paz.

Cuando se le consulta sobre cuál es la importancia de la historia para un ciudadano y por qué debería saber de ella, Revilla sostiene que la historia debe concebirse como “la sucesión de hechos que, narrados por los historiadores dan cuerpo a historias que devienen oficiales dependiendo del éxito del discurso, de su difusión y aceptación”.

A partir de ese concepto, apunta que “aunque no se puede cambiar la historia, es importante saber que podemos y tenemos la responsabilidad de reinterpretar los hechos desde nuevas miradas cuando sea necesario. La mirada en perspectiva histórica es importante para todas las personas y colectivos que quieren dar cuenta de sí pero, además, que se atreven a evaluar las acciones pasadas en pos de asumir con responsabilidad un presente inminente y fugaz, y un futuro incierto, con la experiencia del pasado”.

La docente del Departamento de Cultura y Arte de la U.C.B. ha aplicado ese enfoque en las publicaciones con las que ha aportado a la revisión de la historia. Tiene dos libros sobre el trabajo africano e indígena, y la autonomía revolucionaria en la  Audiencia de Charcas; a los que suma un estudio monográfico publicado por la Universidad de Bonn y, entre otras investigaciones más, siete artículos académicos en prestigiosas revistas científicas latinoamericanas y europeas.

Visión de la historia

A la pregunta de cuáles considera como historiadora los tres hechos más importantes de la historia de Bolivia, responde con una mirada integral, antes que fragmentaria: “La historia se nutre con hechos pero los hechos en sí, no se pueden estudiar aislados y son relevantes según las sociedades les den sentido. En ese sentido, no puedo decir que haya un hecho más importante que otro y, en verdad, me parece que lo importante es analizar por qué decidimos recordar ciertos hechos y olvidar otros”.

Revilla se declara una historiadora que “trabaja estudiando procesos, entramados relacionales, normativos, discursivos complejos de dentro de contextos específicos” y cree que en la historia boliviana es “fundamental el acercamiento a un fenómeno transversal a los siglos de convivencia, el trabajo coactivo dentro de las relaciones laborales. Nuestro país se ha sostenido y se sostiene en brazos de trabajadores que han estado expuestos a distintas formas de control a lo largo de los siglos. Este suele ir de la mano, bajo distintos regímenes, de ordenamientos y lógicas racializadoras y etnificadoras que debemos deconstruir para asumir responsablemente sus implicancias en el presente relacional”.

Si eso pasa con la historia de Bolivia, la docente e investigadora es radical cuando se le pregunta sobre historia universal, un concepto que, al intentar explicar a todas las sociedades del mundo, “peca de validar un discurso de lógica universalizante”. Revilla, por el contrario, cree que las sociedades en el mundo “tienen formas distintas de entender el pasado y por tanto, historicidades diversas”.

“Metodológicamente me inclino más al estudio profundo de procesos que forman parte de historias locales, regionales, y que pueden ser cotejadas con procesos similares en  distintas partes del mundo. En esa mirada encuentro más plausible hallar un hilo conductor para entender, en perspectiva histórica, distintos fenómenos y escenarios vividos por la humanidad”, explica.

Respecto a su inclusión en la Academia Boliviana de Historia, define así el aporte que quiere sembrar en esta entidad: «Continuar con el trabajo de investigación y análisis en perspectiva histórica de fenómenos y procesos fundamentales dentro de nuestra historia común, pero, además, con la enseñanza a nuevas generaciones no solo de la historia como tal sino del pensamiento crítico que debe acompañar su narración”.

La U.C.B. congratula a Paola Revilla por su ingreso a la Academia Boliviana de Historia y se enorgullece de contar con ella en su plantel docente.