Es para mí una alegría poder dirigirme a todos ustedes jóvenes estudiantes de la U.C.B., como saben hace 3 meses fui elegido como Rector Nacional de la Universidad Católica, un cargo que asumo con mucho gusto y dispuesto a afrontar los desafíos que se me presenten. Quiero que sepan que estoy a su servicio.
Al iniciar este semestre deseo a todos ustedes, jóvenes que prosiguen sus estudios en los diferentes niveles de la universidad, que su experiencia de formación académica y humana sea la mejor.
Quiero expresarles mi reconocimiento por su esfuerzo y fortaleza para continuar adelante su preparación en el contexto difícil de la pandemia y superando todas las dificultades académicas, económicas, familiares, de salud que nos ha traído esta crisis sanitaria.
Recientemente, he realizado una visita a las cuatro sedes en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija y me he encontrado con representantes suyos e incluso con algunos de ustedes de las diversas carreras y sociedades científicas, ellos han manifestado sus logros, dificultades y desafíos, aquello que esperan de su universidad, así como los sueños y las metas que esperan alcanzar como futuros profesionales.
Sé que muchos de ustedes desean retomar las clases presenciales, anhelan encontrarse con sus compañeros, interactuar con sus docentes en las aulas, retomar la convivencia y las fraternas relaciones propias de la vida universitaria. Ciertamente la universidad no son solo aulas, laboratorios y diferentes ambientes sino las personas que conforman la comunidad universitaria, por eso nosotros también deseamos ese rencuentro con ustedes. Pero todavía debemos cuidarnos entre todos, por ello iniciamos este semestre a distancia, pero con la esperanza que muy pronto volveremos gradualmente a las aulas con la seguridad de superar esta pandemia.
Ustedes queridos estudiantes son el alma de la universidad y por ello la U.C.B. no solo se preocupa por su formación académica, sino también por su calidad humana. Tenemos esperanza de que ustedes lograrán cambiar hábitos sociales demasiado anquilosados, la corrupción que impregna el tejido social y la cultura institucionalizada del país donde prevalece la falta de respeto e intolerancia, el autoritarismo y la falta de auténticos líderes comprometidos con la transformación y el servicio al bien común de la patria.
En este inicio de semestre, los animo con entusiasmo y optimismo a encarar con compromiso y esfuerzo de cada día, ya sea iniciando o continuando sus estudios.
Hoy les reitero que son parte de la Universidad Católica Boliviana, una comunidad educativa viva que interactúa, aprende, aporta y enfrenta constantes desafíos, una comunidad educativa con espíritu de fe, fraternidad y servicio.
Muchos éxitos y solidaridad en este nuevo periodo que comenzamos.