El 25 de febrero de 2021 la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” inauguró oficialmente el primer semestre académico con una conferencia titulada “Las Humanidades después del COVID” a cargo del Dr. Carlos Garatea Grau, Rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Con la asistencia virtual de más de 1.200 personas la Lección Inaugural de Humanismo en su cuarta versión, actividad que impulsa el Rectorado Regional de la Unidad Académica Regional La Paz, comenzó con las palabras de su Rector, Flavio Escóbar Llanos, quien mencionó la importancia del Humanismo en las actividades académicas de cada área de nuestra Casa Superior de Estudios. La actividad fue clausurada por el Rector Nacional, Marco Antonio Fernández Calderón.
En las pasadas versiones tuvimos como distinguidos y reconocidos invitados a una artista, una periodista, un escritor. En esta ocasión, habló de Humanismo un humanista, ya que la formación del Dr. Garatea, y así lo expresó a lo largo de su conferencia, apunta a que el centro del humanismo y de toda actividad como la ciencia o la tecnología, debe ser la persona.
En base a su formación literaria y lingüista, el Dr. Garatea reflexionó sobre la importancia de una adaptación de los docentes al contexto histórico que vivimos en tiempos de pandemia y post-pandemia, donde la educación, marcada por este evento mundial, se enfrenta ante desafíos que deben centrarse en comprender los cambios en base a una reflexión sobre el presente. Por ejemplo, los estudiantes hoy no leen menos que los alumnos de hace cuarenta años: leen y escriben de forma diferente: el reto está en comprender esos procesos para realizar un acompañamiento adecuado en la lectura y en la escritura, entendiendo que si bien las Humanidades no humanizan, y no todos los humanistas son buenas personas, en general las Humanidades sí impulsan a formar personas más generosas, comprensivas y solidarias que pueden crear sociedades más justas y equitativas. La lectura y la producción de textos nos plantean retos enormes en el ámbito pedagógico. Debemos ayudar a los estudiantes a experimentar el mundo de las letras, leer con ellos. Explicar las razones. Que vivan y disfrutan a leer y escribir. No sabemos hacia dónde vamos, pero debemos intuitivamente otorgar las herramientas necesarias para fortalecer la lectura: no hay universidad, ni progreso, ni humanidades ni investigación sin lectura.
En esta crisis sanitaria se ha expuesto nuestra fragilidad y debemos enfrentarnos a nuestra historia, vida social y recordar quiénes somos. La noción de futuro se ha vuelto sombría para la generación de estudiantes jóvenes, existe una ansiedad, una aprehensión por el porvenir, por eso los docentes debemos estar de salida: alentando la inclusión en la educación, así como la interpretación crítica de la realidad, la revitalización de la cultura, impulsando el pensamiento crítico y la creatividad imaginativa.
Contra la inmediatez, el peso de las posibilidades económicas y rentistas, de la instrumentalización de la educación, de un exacerbado individualismo, debemos entender la situación del otro y buscar la solidaridad y el bien común, reducir distancia con los estudiantes. Entender el tejido que actualmente mueve a la juventud: los estudiantes de este semestre son distintos a los que conocimos el año pasado. El docente debe transmitir no solo conocimiento, sino también sensibilidad. Hay que conservar una orientación pedagógica oportuna y sana y apuntar hacia una formación integral, cultural, de valores, herramientas para que todos podamos ir hacia lo simple, a la base: conocer la cultura, conocerse a sí mismos y a su entorno. Apoyándonos en nuestras convicciones y esperanzas de construir juntos un mundo mejor
Video de la charla: https://www.facebook.com/UCB.BOLIVIA/videos/5824182707607279