El equipo de Bolivia conformado por los ingenieros y docentes del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación en Ingeniería Mecatrónica (CIDIMEC): Fabio Diaz, Jhon Ordoñez, Miguel Clavijo, Gabriel Rojas, Khalil Nallar y Guillermo Sahonero realizaron un viaje de investigación promocionando por la UNOOSA (United Nations Office for Outer Space Affairs) y la DropTower del Centro ZARM (Center of Applied Space Technology and Microgravity) ubicados en la Universidad de Bremen en Alemania.

El experimento buscaba demostrar la denominada “Microgravity Liquid Printing” (MLP) bautizada por los investigadores, con el objetivo de realizar extrusiones de resina en condiciones de microgravedad para una rápida solidificación por medio de luces UV y así generar estructuras en 3 dimensiones descartando materiales de soporte y construcción. En los resultados preliminares se pudo evidenciar que trabajar con fluidos en microgravedad es aún un tema de mucho estudio y que gracias a diversas técnicas abordadas por el equipo de investigación y al uso del principio de lanzamiento de chorro que tienen los cohetes espaciales, se pudo resolver positivamente la premisa de la investigación propuesta.

Durante el viaje, el equipo contó con algunos inconvenientes dado que las maletas y equipaje de mano se extravió durante su última escala de vuelo (Amsterdam-Bremen), donde lamentablemente una de las maletas contenía todo el prototipo e insumos electromecánicos y de fluidos con relación al experimento a realizarse. Sin embargo, la capacidad de adaptación, resiliencia del equipo y gracias al acceso a materiales, componentes y tecnologías disponibles en el lugar, además de el extraordinario equipo conformado por dos ingenieros del ZARM, se pudo realizar un prototipo completamente nuevo y capaz de ser sometido a las pruebas de microgravedad propuestas.

Es así que después de 5 lanzamientos en microgravedad (2 en modo catapulta y 3 en modo caída) se pudo obtener alrededor de 16Gb de información en relación a los 30 segundos de microgravedad acumulados en dichas pruebas con cámaras de 500FPS y variables acostadas por el IMU principal de la cápsula.

El equipo que ahora se encuentra en Bolivia y cuenta con partes del experimento construido en Alemania, continuará con la investigación y recopilación de datos en lo que pronto podría ser plasmado en un artículo de Investigación indexado. 

Se agradece de sobremanera a UNOOSA, ZARM y a la Universidad Católica Boliviana Sede La Paz por impulsar este tipo de propuestas e investigación a nivel internacional, demostrando una vez más que Bolivia puede ser reconocido por su talento humano, innovación y capacidad de manejar la ciencia y tecnología a nivel mundial.

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