La profesora e investigadora académica Guadalupe Peres Cajías analizó con docentes, estudiantes y expertos colombianos propuestas comunicacionales e interdisciplinarias para proyectos de desarrollo

Jean Paul Guzmán

Idea equivocada uno: una tesis doctoral, una vez concluida, “muere” en alguna biblioteca o es desterrada en el archivo personal de quien la ha trabajado. Idea equivocada dos: el investigador académico es aquel que “vive” en una biblioteca, o más de una, y no se aproxima a la realidad “externa”. Idea equivocada tres: una tesis doctoral no puede ser desarrollada y enriquecida en trabajos posteriores, ya que es palabra con punto final. Guadalupe Peres Cajías tritura esas tres ideas equivocadas y mediante su labor como joven académica, docente e investigadora en comunicación social de la Universidad Católica Boliviana (U.C.B.) “San Pablo” batalla con constancia por dar una larga y fértil vida a la tesis que le permitió convertirse en doctora en Estudios Mediáticos y de la Comunicación de la Vrije Universiteit Brussel (VUB-Bélgica).

Su tesis doctoral, titulada Interacciones simétricas, experiencias compartidas y comunicación dialógica. Claves para el Sentido Colectivo hacia la transdisciplinariedad en la cooperación interuniversitaria para el desarrollo, dio a luz en julio de 2023 y, desde entonces, la ha enriquecido no solamente con nuevos conocimientos, fruto de su puesta en práctica, sino con la mirada de académicos en Bolivia y en el exterior, y con un trabajo en marcha para generar un paper (artículo científico)que refrescará una de sus áreas de investigación.

Su trabajo académico explica la forma en la que los procesos de comunicación interpersonal organizacional influyen en la construcción de la transdisciplinaridad en un proyecto de cooperación académica para el desarrollo, para lo cual las interacciones simétricas, las experiencias compartidas y la comunicación dialógica son decisivas.  Pero además de esa reflexión, la tesis doctoral incluye una propuesta  práctica para trabajar en proyectos transdisciplinarios, sustentados  en la voluntad de los actores; el posicionamiento de estos en las interacciones; las prácticas comunicacionales aplicadas; el entendimiento compartido; la producción de sentido colectivo y el aprendizaje colaborativo para la acción conjunta hacia el desarrollo, como el fin mayor.

En el contexto internacional, se dialogó sobre esa tesis doctoral  en los Países Bajos, en la Universidad de Utrecht (noviembre de 2024); y recientemente (marzo de 2025) en Colombia, en la Universidad Javeriana y la Universidad Cooperativa de Colombia.

Los comentarios

Al indagar sobre cómo fue valorada y comentada su tesis doctoral en ambos escenarios, Peres comenta: “Ha tenido muy buena llegada, muy buenos comentarios”. Y en el caso específico de las dos universidades colombianas dice que la consideraron “novedosa” y “pertinente”, ya que “se ha destacado mucho el trabajo de la U.C.B. y lo que estamos haciendo con el equipo para trabajar con las comunidades, con el contexto local; y sobre todo para trabajar la problemática socioambiental” en un proyecto que se desarrolla en la cuenca Katari, en las proximidades del lago Titicaca.

Este proyecto se origina en el trabajo interdisciplinario de Guadalupe Peres con los investigadores Leonardo Villafuerte y Afnán Agramont, y se complementa con otras iniciativas más del Proyecto Crea. Esta apuesta de “universidad de salida” tiene un enfoque multiactoral. Por ello, se coordina continuamente con la Unidad de Gestión de la Cuenca Katari (UGCK), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, las comunidades de la zona y varias ONG; y se motiva la incorporación de gobiernos municipales y otros actores estratégicos para enfrentar una compleja situación socioambiental, resultado de una alta contaminación.

Esas acciones se desarrollan bajo los principios orientadores de la tesis doctoral de Guadalupe Peres destinados a crear, según apunta su autora, “prácticas relacionales y comunicación interpersonal entre (todos los) actores (involucrados) para generar un equilibrio donde lo que tú dices es tan importante como lo que yo digo”. Este enfoque se aleja del tradicional asistencialismo en proyectos rurales, donde los patrocinadores y financiadores son los que “enseñan y ordenan”, y las comunidades las que “aprenden y acatan”.

En vez de la fórmula tradicional del asistencialismo, Peres propone y aplica lo que denomina “interacciones simétricas y experiencias compartidas”, sustentadas en un modelo de comunicación dialógico. Las experiencias que se dialogan “te permiten construir sentido colectivo”, complementa, y asegura que esa condición la ha logrado evidenciar a partir de su tesis doctoral y de su experiencia de trabajo en la cuenca Katari.  

Sus desafíos

Con toda esa experiencia acumulada en la investigación de su tesis doctoral, el trabajo de campo, la continua indagación y la retroalimentación de académicos nacionales e internacionales, Guadalupe Peres trabaja ahora en un paper complementario que busca convertirse en una contribución adicional a su visión para aplicar “una comunicación interpersonal en la organización de actores y vincular además la comunicación interpersonal con los estudios organizacionales” para apuntar al desarrollo.

Ese reto implica tres desafíos complejos: publicar el paper en una revista académica; insertar su trabajo sobre las interacciones simétricas en el  pensamiento comunicacional latinoamericano; y trabajar para “reinventar” la academia, es decir modernizar sus estrategias para que se ajusten a los nuevos contextos y desafíos del presente.

Guadalupe, también Premio Marie Curie 2024, reflexiona con pasión sobre estos temas desde uno de sus lugares de trabajo, un amplio salón de  la Biblioteca Central de la U.C.B. Sede La Paz donde los libros de una infinidad de saberes se acomodan en hileras simétricas, bajo un tenue iluminación artificial y apenas el sordo rumor que emite el aire acondicionado.

Se trata de un lugar ideal para un investigador académico. Pero Guadalupe sabe que su trabajo no tiene solo esa cuna, ya que le exigirá salir de la mansedumbre de ese ambiente para enfundarse un par de botas, abrigar su cuerpo para el frío altiplano paceño, cargar sus equipos y materiales de trabajo, y, sobre todo, abrir su mente y su corazón para ir a un encuentro dialógico y reflexivo con las comunidades en las que también germina su trabajo.